2º DOMINGO DE PASCUA
Vicky IrigarayHermanos y hermanas, nosotros que nos confesamos creyentes vivimos, a veces, como los discípulos: con las puertas cerradas, llenos de miedo, sometidos a normas y estructuras. Oremos.
Queremos comprometernos por una vida más humana, más plena y feliz.
• Que la Iglesia sea proclamación y anuncio del Resucitado como Alguien vivo, capaz de liberarnos del desencanto y de descubrirnos el camino de la paz.
Queremos comprometernos por una vida más humana, más plena y feliz.
• Que nuestras comunidades parroquiales y religiosas abran ventanas y puertas para que el Espíritu del Resucitado lo renueve todo y así contagien esperanza, alegría y vida.
Queremos comprometernos por una vida más humana, más plena y feliz.
• Que todos nosotros y nosotras seamos cauces de armonía, paz y vida, que nuestra presencia aúne, vincule, pacifique, reconcilie, cure, restaure, libere, alegre, ame…
Queremos comprometernos por una vida más humana, más plena y feliz.
• Que seamos conscientes que hoy la resurrección se hace presente, se vive y se reconoce donde se lucha por la vida y se combate contra todo lo que deshumaniza y mata.
Queremos comprometernos por una vida más humana, más plena y feliz.
• Que superemos nuestra fe, a veces, demasiado convencional y vacía, mera costumbre religiosa sin vida; que renovemos nuestro compromiso con toda la humanidad y seamos semilla fecunda de un mundo más justo y en paz.
Queremos comprometernos por una vida más humana, más plena y feliz.
Padre madre buena, que el encuentro con el Resucitado nos reanime, nos llene de alegría y paz verdadera; que ofrezcamos a los hermanos horizonte, sentido y vida.
Vicky Irigaray