TE DAMOS GRACIAS CON FUERZA Y TERNURA / BUENA NOTICIA
Florentino UlibarriTE DAMOS GRACIAS CON FUERZA Y TERNURA
Hoy, Señor, queremos cantarte
con nuestra voz humana,
con nuestras palabras torpes y libres
y nuestro lenguaje de calle,
que Tú tan bien entiendes,
porque la comunicación es posible.
Por ser viajeros del tren de la vida,
por haber dejado de ser islas,
por adentrarnos por senderos y charcos,
playas, desiertos, montañas y llanos,
por tu presencia viva en esta aventura,
te damos gracias con fuerza y ternura.
Por nuestro yo abierto que compartimos,
por nuestro yo íntimo que tanto amamos,
por nuestro yo ciego que a veces nos da miedo
y también por nuestro yo desconocido que va aflorando,
por todo lo que somos y compartimos,
te damos gracias con fuerza y ternura.
Por todos los pequeños y grandes caminos
de comunicación, diálogo y encuentro:
por la palabra y el gesto con la mano abierta,
por la sonrisa, el guiño, el beso y las lágrimas,
por el abrazo redondo y todos los sentidos,
te damos gracias con fuerza y ternura.
Por los ojos que saben decir lo que llevan dentro,
por los pies que nos acercan a los que están solos,
por el cuerpo que expresa nuestros sentimientos,
por los corazones que laten al unísono,
por quien con su amor nos comunica vida,
te damos gracias con fuerza y ternura.
Porque nos hemos puesto en camino a toda prisa,
y hemos entrado en casa del pobre;
porque hay vientres llenos de espíritu vivo,
y tú estás con nosotros a lo largo del camino
como prenda y señal de comunicación,
te damos gracias con fuerza y ternura.
Florentino Ulibarri
BUENA NOTICIA
¿Y si tú fueras mi hijo/a
a quien amo con pasión,
a quien encarné y envié
como Buena Noticia
para sus hermanos?
Mira mi corazón de Padre
que no miente,
que sangra por amar a tope.
¿Crees que es un juego
el que confiese mi esperanza en ti
para ser Buena Noticia
entre tus hermanos más pobres?
Hablo siendo Padre
y teniendo un Hijo que me complace,
que es tu hermano,
al que festejáis todos los años.
Pero... ¿no sabes cómo fue Buena Noticia
para sus hermanos,
tus hermanos siempre?
Sí, creo en ti.
Y afirmo que hay Navidad.
¡Cómo no va a haber
si tratáis de haceros ricos
haciendo pobres!
¡Cómo no va a haber
si habéis trivializado vuestra suerte
y nada os complace!
Abrí el cielo para siempre,
y mis ojos ya no pueden apartarse
de esta tierra, vuestra y mía,
en la que tantos y tantos sufren,
y miran, y esperan sin saber dónde.
¿No ves cómo anhelan la Buena Noticia
tantos y tantos hombres y mujeres,
tus hermanos, siempre?
Quiero que comprendas y goces.
El misterio no es oscuridad
sino hondura de amor y vida.
¡Esto es la Navidad!
¡No la tergiverses!
¿Te pido un imposible
al querer que cambies,
que seas persona nueva,
que nazcas a la vida,
tuya y de tus hermanos pobres?
Y quiero que los ángeles nuevamente canten:
"Paz en la tierra.
Hoy os ha nacido un Salvador.
Alegraos.
¡Gloria a Dios!"
Es letra mía y espero
le pongas música
para cantarla en la tierra
a tus hermanos pobres.
Ya sé que no puedo pedirte nada,
que eres libre...
¡Naciste de mis entrañas
y llevas mi sello y sangre!
Pero no me pidas que renuncie a ser Padre,
a dar vida,
a regalar Buena Noticia, libremente,
a ti y a tus hermanos,
¡pues es lo que más me place!
Florentino Ulibarri