QUE SEAMOS TESTIGOS DE TU REINO
Vicky IrigarayHemos escuchado cómo el profeta Jeremías siente dentro de sí el fuego de la Palabra y de la Misión. En el Evangelio, la incomprensión de Pedro nos recuerda lo lejos que podemos estar las personas religiosas de lo esencial del mensaje de Jesús. Oremos.
Padre, que seamos testigos de tu Reino.
• Padre bueno, que la Iglesia nos muestre el rostro del Dios que no altera nuestra vida castigándonos o premiándonos, sino acompañándonos, sufriendo y gozando con nosotros. Un Dios que llena toda nuestra existencia de sentido.
Padre, que seamos testigos de tu Reino.
• Padre bueno, que todos los creyentes continuemos el modo de ser y hacer de Jesús. Que proclamemos un Reino no exento de dificultades y sufrimiento pero un Reino cuya garantía misma es Dios mismo.
Padre, que seamos testigos de tu Reino.
• Padre bueno, que todos los hombres y mujeres que sufren por distintos motivos encuentren en su entorno quien les haga la vida más fácil y llevadera.
Padre, que seamos testigos de tu Reino.
• Padre bueno, que entre todos seamos capaces de construir un mundo donde la paz y la convivencia entre todos sea posible. Concédenos el don de la paz.
Padre, que seamos testigos de tu Reino.
• Padre bueno, que todos los que acaban su tiempo de descanso y vacaciones, regresen con ánimo y fuerza para reemprender su vida ordinaria.
Padre, que seamos testigos de tu Reino.
Padre bueno, que busquemos triunfar a tu estilo que nada tiene que ver con el triunfo de este mundo. Confiamos en tu presencia y promesa. Te damos las gracias por medio de tu hijo Jesús.
Vicky Irigaray