SE ESTÁN DIFUNDIENDO GRAVÍSIMAS CALUMNIAS
José Manuel VidalEntrevista a Andrés Torres Queiruga
El obispo de Bilbao, Mario Iceta, le acaba de prohibir que imparta un curso en el Instituto teológico de la diócesis vasca, pero Andrés Torres Queiruga no quiere malgastar energías en estas peleas de sacristía. El teólogo gallego acaba de lograr un éxito arrollador en el XXVI Foro Encrucillada.
¿El éxito de público y ponentes del XXVI Foro de Encrucillada demuestra que hay sed de "explicadores" de la fe serios y libres?
Eso es evidente. El cambio cultural ha sido enorme y muchas explicaciones que se dan hoy son platos recalentados intragables para un paladar normal. Tenemos un auténtico tesoro, algo que ansía lo más auténtico y profundo del ser humano; pero aquello que demasiadas veces llega al público, más que reflejarlo lo encubre. Por eso cuando se logra una presentación a un tiempo auténticamente evangélica y verdadaderamente actual la gente vibra y renacen la ilusión y la esperanza. Eso ha sucedido, una vez más, en el Foro de Encrucillada.
¿A qué achaca el hecho de que los sectores más ultracatólicos, en vez de alegrarse por el éxito de estas convocatorias, llamen a la hoguera?
Ante todo por desconocimiento. Y no sé hasta qué punto se dan cuenta de las gravísimas calumnias que están difundiendo, algo por cierto que en la moral más tradicional, que dicen defender, es pecado mortal.
Después está una actitud que cubre con un dogmatismo agresivo la ignorancia de la verdadera interpretación de la fe y de su legítimo pluralismo; nunca distingue entre fe y teología, entre lo fundamental y lo accesorio. Repiten frases sin haber dedicado un mínimo de tiempo a saber lo que en realidad significan y opinan acerca de autores y de libros que jamás han leído.
Lo que más me cuesta entender es que en nombre del Dios amor se pueda destilar tanto odio; y que en nombre de un Jesús enormemente renovador y aun "revolucionario" en su interpretación de la fe tradicional que él había recibido, se intente imponer una religión reaccionaria, que mata la voz viva del Evangelio. En el fondo, reproducen hoy los mismos procedimientos y calumnias con que hace dos mil años otros amargaron la vida a Jesús de Nazaret... hasta asesinarlo.
¿Estas peleas de 'gallinero eclesial' nos hacen perder energías y nos desvían de lo esencial?
Triste, pero evidente.
¿Se siente el Foro desautorizado por la reciente y aséptica nota del arzobispado de Santiago?
En absoluto, porque tiene cuidado en no entrar en los contenidos. Sólo dice que usamos nuestro deber y nuestro derecho de cristianos para buscar una interpretación actualizada de la fe. Lo único que me extraña es que, en cambio, nunca el arzobispado diga algo parecido de actitudes escandalosamente reaccionarias, que no denuncie abusos muy graves en la liturgia funeraria o que se consienta una pastoral cerrilmente preconciliar en bastantes parroquias... y otros asuntos que algún día habrá que analizar en detalle, como el que invite a todos los sacerdotes a acudir a Valladolid para escuchar a Kiko Argüello.
¿Cree que José Antonio Pagola, con el que ha estado en el Foro, es un hereje?
Es un profeta. Los asistentes al Foro lo captaron y lo expresaron calurosamente. El Foro, tan calumniado, ha sido un verdadero acontecimiento de gracia. Una experiencia en vivo de lo que puede ser una nueva espiritualidad. Inolvidable. Pero quiero señalar que también se debe a los otros dos ponentes.
Hablando del Vaticano II, ¿se está desactivando?
La explosión de gracia, vitalidad y esperanza del Vaticano II es imposible que pueda ser desactivada. Era lluvia profética que estaban esperando una iglesia e incluso un mundo sedientos. Y ya dijo Isaías que la lluvia de Dios nunca vuelve estéril al cielo. Sí, hay que reconocer que lleva tiempo, en rigor desde el comienzo, sometido a la presión de frenos muy fuertes. Seguirá adelante.
José Manuel Vidal