Los que llamamos "Testigos" fueron personas en cuya vida se cruzó un día un galileo como ellos, de Nazaret. Hoy, día de gran fiesta para todos nosotros, puede ser una buena ocasión para preguntarnos si nosotros también nos hemos encontrado con el Resucitado. Oremos.

Verdaderamente ha resucitado Jesús. ¡Aleluya!

Padre bueno, que nuestra Iglesia sea mensajera y pregonera de la gran noticia de la Resurrección de Jesús. Que todos los hombres y mujeres que se acerquen se encuentren con el rostro vivo y cercano de Jesús de Nazaret.

Verdaderamente ha resucitado Jesús. ¡Aleluya!

Padre bueno, que todos nosotros seamos testigos de la Resurrección de Jesús por la transformación de nuestras vidas, cada día más parecidas a la de Jesús.

Verdaderamente ha resucitado Jesús. ¡Aleluya!

Padre bueno, que llegue la luz y la alegría de la Resurrección de Jesús a todos los hombres y mujeres que todavía viven bajo el yugo de la enfermedad, la oscuridad y el sin sentido existencial.

Verdaderamente ha resucitado Jesús. ¡Aleluya!

Padre bueno, que la certeza de tu Resurrección nos llene de paz y esperanza cuando nos sintamos tristes por la muerte de nuestros familiares y amigos.

Verdaderamente ha resucitado Jesús. ¡Aleluya!

Padre bueno, en este tiempo de pascua que hoy comenzamos seamos fuerza liberadora y sanadora junto a todos los que sufren por cualquier causa.

Verdaderamente ha resucitado Jesús. ¡Aleluya!

Padre bueno, concédenos la gracia de celebrar con este mismo gozo que hoy nos invade, nuestro día a día; que contagiemos la alegría profunda de tu victoria sobre la cruz. Te damos las gracias por tu Hijo Jesús, el Resucitado.

Vicky Irigaray