Por la fe en Jesús nos asomamos a una vida nueva: creemos en el amor de Dios y en el amor como norma de vida. Jesús está vivo y puede dejarse ver y tocar. Lo aceptamos, sin comprender del todo; con las mismas dudas y la misma aceptación, gozosa y avergonzada, de Tomás. Oremos.

Proclamamos que Jesús está vivo entre nosotros.

· Por la Iglesia, para que continúe la misión de Jesús: hacer presente el Espíritu del Padre, hacer presente la reconciliación de todos los hombres y mujeres con Dios, nuestro Padre.

Proclamamos que Jesús está vivo entre nosotros.

· Por todos nosotros, para que juntos formemos la comunidad de los enviados por Jesús, a manifestar el perdón gratuito que nos ofrece nuestro Padre Dios, de tal manera que "el que nos vea, vea y conozca al Padre".

Proclamamos que Jesús está vivo entre nosotros.

· Por todos los que tenemos la responsabilidad educativa de nuestros niños y jóvenes, para que les contagiemos el espíritu de fraternidad, de veracidad, de fidelidad, de servicio...

Proclamamos que Jesús está vivo entre nosotros.

· Por todos los que sufren y esperan la nueva noticia de un mundo más justo, fraterno y en paz, que nuestra alegría profunda despierte la justicia, el consuelo y la esperanza en todos los rincones del mundo.

Proclamamos que Jesús está vivo entre nosotros.

· Por todos los crucificados de nuestro mundo, para que encuentren en sus caminos creyentes que hagan visible la Presencia Resucitada de Jesús entre nosotros.

Proclamamos que Jesús está vivo entre nosotros.

Padre bueno, nos invitas a ser testigos de tu Espíritu, exigente y alegre a la vez, espíritu filial, responsable y confiado en ti, comprometido y solidario con todos nosotros. Te damos gracias, Padre bueno, por tu Hijo Jesús.

Vicky Irigaray