La parábola del grano que germina mientras su dueño duerme es un acto de fe en la acción de Dios. La parábola de la mostaza lleva consigo la idea de lo pequeño que puede más que lo grande. Oremos.

Que la semilla de tu Reino germine en nosotros.

· Dios bueno, que en nuestra Iglesia seamos capaces de quitar las piedras y las zarzas, para responder a tu acción transformadora y así seamos anuncio y presencia de tu bondad en el mundo.

Que la semilla de tu Reino germine en nosotros.

· Dios bueno, que tu Palabra germine en cada uno de nosotros y así toda, que la semilla de tu Reino germine en nosotros.

Que la semilla de tu Reino germine en nosotros.

· Dios bueno, que todos los hombres y mujeres que trabajan y viven de la tierra, sientan su esfuerzo recompensado con la abundancia de sus cosechas y no olviden la necesidad de compartir con los que no tienen.

Que la semilla de tu Reino germine en nosotros.

· Dios bueno, haz soplar la fuerza de tu Espíritu para que sea fecunda la entrega sencilla y anónima de tantas personas en favor de un mundo más justo y en paz.

Que la semilla de tu Reino germine en nosotros.

· Dios bueno, que todas las personas que están sufriendo en nuestra comunidad encuentren en nosotros pequeños gestos que les hagan más llevadera la vida.

Que la semilla de tu Reino germine en nosotros.

Padre, vivimos unos tiempos que nos obligan volver ser semillas y levadura. Concédenos la gracia de acoger con gozo lo pequeño, lo sencillo, lo minoritario pero que está lleno de vida. Te damos las gracias porque así te parece bueno y mejor para nosotros.

Vicky Irigaray