ISAÍAS 62, 1-5
IsaíasPor amor de Sión no callaré, por amor de Jerusalén no descansaré,
hasta que rompa la aurora de su justicia,
y su salvación llamee como una antorcha.
Los pueblos verán tu justicia y los reyes tu gloria;
te pondrán un nombre nuevo pronunciado por la boca del Señor.
Serás corona resplandeciente en la mano del Señor,
diadema real en la palma de Dios.
Ya no te llamarán "la abandonada", ni a tu tierra "la devastada";
a ti te llamarán "mi favorita" y a tu tierra "la desposada"
porque el Señor te prefiere a ti, y tu tierra tendrá marido.
Como un joven se casa con su novia,
así te desposa el que te construyó;
la alegría que encuentra el marido con su esposa,
la encontrará Dios contigo.
Para releer el comentario de José E. Galarreta, pinche aquí