APOCALIPSIS 1, 9-11ª, 12-13 y 17-19
Nuevo TestamentoYo Juan, vuestro hermano y compañero en la tribulación, en el reino y en la esperanza en Jesús, estaba desterrado en la isla de Patmos, por haber predicado la palabra de Dios y haber dado testimonio de Jesús.
Un domingo caí en éxtasis y oí a mis espaldas una voz potente, como una trompeta, que decía: "Lo que veas, escríbelo en un libro y envíaselo a las siete iglesias de Asia". Me volví a ver quién me hablaba y al volverme vi siete lámparas de oro y en medio de ellas una figura humana vestida de larga túnica con un cinturón de oro a la altura del pecho. Al verla, caí a sus pies como muerto. Él puso la mano derecha sobre mí y dijo:
- No temas: Yo soy el primero y el último, yo soy el que vive. Estaba muerto y ya ves, vivo por los siglos de los siglos; y tengo las llaves de la Muerte y del Infierno. Escribe, pues, lo que veas: lo que está sucediendo y lo que ha de suceder más tarde.
Para releer el comentario de José E. Galarreta, pinche aquí