A LA BÚSQUEDA DE NUESTRA NOBLEZA OCULTADA...
Koldo AldaiEl hogar confortable, libre de metralla y de amenazas, se va desdibujando en sus confundidas mentes. Acomodan a la espalda sus atillos, hacen de nuevo sus pequeñas maletas, rumbo a las costas de origen. A la postre, el viejo continente resultó no ser la tierra de la esperanza que ellos tanto soñaron. Cierto, mañana es un día triste en nuestra historia europea. El 4 de abril quedará marcado, no tanto para la vergüenza, pero sí, cuanto menos para nuestra necesaria reflexión. Con peligro de sus vidas alcanzaron nuestro suelo europeo y ahora les obligamos a tomar camino de retorno.
No tanto descargo de furia para con nuestros gobernantes, sino más interrogatorio en nuestro interior sobre lo que hemos hecho de forma real y eficaz por la causa de los refugiados. No es la hora del fácil improperio para con los de arriba, sino de arremangarse la camisa y hacer efectivo un socorro pendiente. Hemos sido alambrada y no brazos abiertos, pero no sólo ellos, los gobiernos, los perennes "malvados" de todas nuestras películas, sino cada uno de nosotros. A estas alturas ha de comenzar a ceder el juego de echar tantos y tantos balones fuera. Aquella historia de los gobiernos que concentran la entera responsabilidad, no se termina de ajustar a nuestro presente de mayor democracia fuera y de más conciencia dentro.
"¡Stop a las deportaciones!" por supuesto, pero la Unión Europea debería dejar de ser objeto de todos nuestros dardos. Esa Unión es la suma de todos nosotros, con nuestras noblezas, también con nuestras evidentes carencias y limitaciones. Esas, nuestras carencias, son las que han firmado ese denostado acuerdo. De nada nos servirá contemplar mañana lunes con rencor las deportaciones masivas a Turquía de los refugiados retenidos hasta ahora en las islas griegas del Egeo. Mañana mismo podemos comenzará a borrar ese luctuoso 4 de Abril de nuestra historia, rescatando esa nobleza oculta, creando más espacios de acogida, abriendo nuevos canales de ayuda, contribuyendo a aumentar el flujo solidario… Podamos afirmar en el futuro que hoy, en medio de ese ajetreado Mediterráneo, cumplimos con nuestra parte.
Koldo Aldai
Artaza, 3 de Abril de 2016