¿ES EL ISLAM UNA RELIGIÓN FUNDAMENTALISTA Y BELICISTA?
Carlos F. Barberá(Este artículo es polémico, pero nosotros hemos respetado la libertad de nuestro colaborador. Sólo invitamos a que el diálogo que seguramente suscitará sea sereno, libre pero educado.)
En una conferencia reproducida en internet, Juan José Tamayo afirmaba que hay algunos estereotipos muy divulgados en Occidente (más en Europa), que son los pilares que fomentan y sostienen las actitudes de islamofobia. Son, entre otros:
Que el Islam es una religión fundamentalista
El Islam es una religión belicista
El Islam defiende la guerra santa
El Islam es una religión patriarcal
El Islam es contrario a los derechos humanos
El Islam es una religión atrasada
El Islam está en lucha con Occidente
A continuación señalaba que ninguno de estos estereotipos tiene su base en el islam, sino que hay que encontrarlos en construcciones posteriores al Corán y la vida del profeta Muhammad.
Vaya por delante que es grande mi desconocimiento del Islam pero no me parece descabellado decir que:
-Es una religión fundamentalista. En las webs de propaganda islámica que se pueden leer en internet se sigue diciendo que el Corán se lo dictó el arcángel Gabriel al profeta. Por tanto es obligado atenerse literalmente a ese texto divino y en eso consiste el fundamentalismo.
-Es una religión también belicista porque su texto sagrado contiene exhortaciones animando directamente a la guerra contra los infieles.
-Defiende –también– la guerra santa. La palabra yihad se traduce como esfuerzo pero este esfuerzo se extiende a ámbitos diversos, que incluyen el espiritual pero también el de la expansión y la conquista.
-La Declaración de Derechos Humanos en el Islam, consensuada en El Cairo en 1990, tiene muchas lagunas, sobre todo en lo que se refiere a la igualdad de género.
-Como cualquier religión monoteísta, el islam tiene una tendencia patriarcal: “Los hombres son los protectores y proveedores de las mujeres, porque Alá ha hecho que uno de ellos supere al otro, y porque gastan de sus bienes”.
Una religión avanzada es la que se ha sometido a confrontación con la ciencia moderna. No ha sido así en el caso del islam.
Hay todo un movimiento de musulmanes que está en lucha con Occidente.
Así pues, no me parece que se trate de estereotipos sino de realidades.
Hay una afirmación que suele escucharse de personas interesadas en este tema y que asegura que estos hechos existen pero no reflejan lo que es el verdadero islam. Pero ¿cuál es el contenido real de esa afirmación? En mi opinión, a menos que vayamos a una especia de platonismo, pensando en un mundo de esencias ideales, habría que decir que el islam que existe es el verdadero. Cuando en ocasiones he oído decir que la Inquisición no era cristiana, siempre he pensado que algo habrá en el cristianismo que llevó a la Inquisición. Como algo habría en el marxismo que terminó desembocando “socialismo realmente existente”.
A comienzos del siglo XX se publicaron en el campo de la teología cristiana una serie de estudios sobre “la esencia del cristianismo”. La conclusión general fue que esa esencia estaba personalizada en la figura de Jesús y su seguimiento. Nada parecido puede decirse en el caso del islam, que consiste, ya desde su nombre, en la sumisión a la voluntad de Allah, una voluntad explicitada en el Corán.
En 1977, en un libro -sin duda discutido- llamado Hagarism, Michael Cook y Patricia Crone afirmaron que “básicamente, el Corán carece de una estructura central. Frecuentemente es oscuro e inconsecuente tanto en lengua como en contenido; es superficial en su concatenación de materiales dispersos y muy dado a la repetición de pasajes enteros en versiones que presentan variantes”. Y ciertamente el libro sagrado entremezcla exhortaciones religiosas, preceptos morales y normas sociales. Para un observador neutral, no todas pueden tener el mismo valor e incluso algunas serían prescindibles, pero no parecen creerlo así los comentaristas musulmanes. Parece, pues, difícil delimitar cuál es el verdadero islam.
A menos que se contemple únicamente su faceta espiritual, tal como ocurre en el sufismo y, abstrayendo de las otras manifestaciones, se vea el islam sólo como la sumisión a Dios y la búsqueda de la unión con El.
¿Habremos así llegado al verdadero islam?
Carlos Barberá
ATRIO