2 TIMOTEO 1, 6-8 y 13-14
TimoteoAviva el fuego de la gracia de Dios que recibiste cuando te impuse las manos; porque Dios no nos ha dado un espíritu cobarde, sino un espíritu de energía, amor y buen juicio. No tengas miedo de dar la cara por nuestro Señor, y por mí, su prisionero. Toma parte en los duros trabajos del evangelio, según las fuerzas que Dios te dé. Ten delante la visión que yo te di con mis palabras sensatas, y vive con fe y amor cristiano. Guarda este tesoro con la ayuda del Espíritu Santo, que habita en nosotros.
Para releer el comentario de José E. Galarreta, pinche aquí