¡Nada más "cool" que los cristianos! Dicen que el amor es su distintivo, su marca de comercio, su "griffe", su identidad. ¿No es así como se les reconoce? Obsérvenlos: todos se miran con ternura, nunca se dan la espalda, nunca se rechazan, nunca se boicotean, nunca se pelean.

Hay diferencias entre ellos puesto que pertenecen a Iglesias, confesiones o denominaciones distintas, pero eso no les impide respetarse, ayudarse mutuamente, visitarse, comer juntos. En el pasado, tuvieron sus conflictos, pero con el tiempo el amor triunfó. Obsérvenlos bien: ya no desconfían unos de otros, no se calumnian, no se devoran ni se degüellan entre ellos, ya no se desprecian más... Dejaron de hacerse la guerra o de ignorarse. Con razón se les ve como la luz del mundo.

En realidad, son un faro en medio de las tinieblas de este mundo porque no responden a la lógica del mundo, sino a la lógica de Dios.

Mientras en el mundo muchos se devoran entre sí, los cristianos se aman simplemente.

En el mundo los más gordos se comen a los más pequeños, entre los cristianos todos son iguales.

En el mundo la mujer es un objeto, entre los cristianos es igual al varón.

En el mundo la corrupción es la norma, entre los cristianos reina la honradez.

En el mundo se multiplican las guerras, entre los cristianos se construye la paz.

En el mundo abundan los ladrones, entre los cristianos muchos viven y mueren por la justicia.

En el mundo se vive en la opresión y el miedo, entre los cristianos se respira una gran libertad.

En el mundo muchos buscan la venganza, entre los cristianos la gente no se cansa de perdonar.

En el mundo se miente como se respira, entre los cristianos se rinde un verdadero culto a la verdad.

En el mundo manda el dinero y se obedece a todas sus leyes, entre los cristianos el dinero está al servicio de la humanidad.

En el mundo hay ricos y pobres, entre los cristianos sólo hay amigos.

En el mundo rige la dictadura de la moda y del estatus, entre los cristianos se ama la simplicidad y se cultiva la humildad en la dignidad.

En el mundo las úlceras, depresiones y suicidios son moneda corriente, entre los cristianos, aun cuando todo anda mal, se vive en la serenidad y la esperanza.

En el mundo existen miles de millones de ídolos, dioses (o un súper dios único) que no terminan de chuparle la inteligencia a la especie humana, enajenándola, robotizándola, embruteciéndola, despersonalizándola. Entre los cristianos, el Dios de la vida no se ve, no se puede encerrar en ninguna imagen, en ninguna definición, en ninguna ley, en ningún rito y ninguna tradición...

No es el hombre que es sacrificado a Dios sino que es Dios el que se sacrifica para que el hombre no pierda su humanidad.

Al verlos el mundo exclama: ¡"Estos cristianos son maravillosos, son realmente cool !"

Eloy Roy