ACOMODAMIENTOS Y RUTINAS
Vicky IrigarayHermanos y hermanas, la misión supone en nosotros, discípulos de Jesús, una triple conciencia: conciencia de ser enviados/as, conciencia de salir de nosotros mismos y conciencia de comunicar y anunciar un mensaje nuevo y alegre a los demás. Oremos.
Jesús, líbranos de nuestros acomodamientos y rutinas.
• Padre bueno, que la Iglesia realice su misión sin triunfalismos; con lo justamente necesario; respetando la libertad humana y religiosa de toda persona, siempre con especial inclinación hacía los más pobres y desfavorecidos de este mundo.
Jesús, líbranos de nuestros acomodamientos y rutinas.
• Padre bueno, que todos los creyentes nos tomemos muy en serio la proclamación de tu mensaje; que pongamos empeño en bendecir, en perdonar, en alegrar, en suscitar vida y esperanza.
Jesús, líbranos de nuestros acomodamientos y rutinas.
• Padre bueno, que todos nosotros sintamos la llamada a ser anuncio, siendo palabra que compromete, mano tendida que sostiene y alienta, corazón solidario que acoge sin condiciones y gestos que proponen paz y justicia.
Jesús, líbranos de nuestros acomodamientos y rutinas.
• Padre bueno, que todos los hombres y mujeres, misioneros y misioneras, gasten sus vidas no sólo predicando el mensaje, sino posibilitando y promoviendo la liberación de todo ser humano de cualquier injusticia o esclavitud.
Jesús, líbranos de nuestros acomodamientos y rutinas.
• Padre bueno, que nuestras comunidades parroquiales y religiosas sean testimonio vivo y cercano de tu Buena Noticia: espacios de puertas abiertas donde los que necesitan acogida, integración, alimento, cariño y esperanza tengan su sitio.
Jesús, líbranos de nuestros acomodamientos y rutinas.
Padre bueno, que la escucha de tu palabra vaya liberando nuestro corazón de vallas y concertinas; que seamos anuncio alegre y conciliador de tu entrega total a favor de todos los hombres y mujeres. Te damos gracias por tu Hijo Jesús, tu primer enviado.
Vicky Irigaray