Con la celebración de la Eucaristía llegamos al momento culminante de esta Jornada Mundial de la Juventud. Al veros aquí, venidos en gran número de todas partes, mi corazón se llena de gozo pensando en el afecto especial con el que Jesús os mira...
¡Nada más "cool" que los cristianos! Dicen que el amor es su distintivo, su marca de comercio, su "griffe", su identidad. ¿No es así como se les reconoce? Obsérvenlos: todos se miran con ternura, nunca se dan la espalda, nunca se rechazan, nunca se boicotean, nunca se pelean...
Reconfigurar la vida:
irse contigo siguiendo tus huellas,
no dar importancia a nuestros proyectos y cosas,
cargar con la cruz que nos venga
sin perder la dignidad y la sonrisa...
Señor, confesamos que Tú eres el único Dios
al que bendecimos desde todas las religiones del universo. Por eso,
uniéndonos a todos los creyentes del mundo,
te dirigimos esta plegaria para darte gracias, Padre santo,
por las maravillas de tu creación...
Me has seducido, Yahveh, y me dejé seducir; me has agarrado y me has podido. He sido la irrisión cotidiana: todos me remedaban. Pues cada vez que hablo es para clamar: «¡Atropello!», y para gritar: «¡Expolio!»...
En este fragmento de Mateo propuesto para la lectura de hoy, se muestran dos de las dificultades que solemos tener para leer bien el evangelio. La primera es que el texto litúrgico es continuación inseparable de la lectura del domingo anterior...
El comienzo de este relato –"desde entonces comenzó Jesús a manifestar..."- parece un calco intencionado de aquel otro con el que se iniciaba su misión: "Desde entonces empezó Jesús a predicar..." (4,17). Da la impresión de que el autor quiere subrayar que se trata de un "nuevo comienzo" en las enseñanzas del maestro...
Hoy lo tenemos fácil, porque el texto que acabamos de leer es continuación del que hemos leído el domingo pasado. Seguimos en Cesarea de Filipo, fuera del territorio de Palestina...
8 al 11 de septiembre de 2011. Convoca la Asociación de Teólogos y Teólogas Juan XXIII. El amor es paciente, es amable, el amor no es envidioso ni fanfarrón, no es orgulloso ni destemplado, no busca su interés, no se irrita, no apunta las ofensas, no se alegra de la injusticia, se alegra de la verdad...